IMCB 120

2017-2018 anuario 33 la producción y la distribución de sus muebles. Con este objetivo en mente, las empresas desarrolladoras de software tratan de crear todas aquellas funciones que puedan ayudar a estos profesionales a mejorar la calidad de sus pro- ductos. De ahí que incluyan ca- racterísticas que tienen que ver con más y mejores herramien- tas, posibilidad de imágenes fotorrealistas, una mayor librería de materiales, texturas, colores y acabados, mejor renderiza- ción, etc. Es decir, las firmas del sector ofrecen programas que permiten elegir el lineal de acabado manual, los colores, con sombras, distintas texturas y el fondo, o bien parametrizar la intensidad, dirección y el contraste de las fuentes de luz, o incluso escoger el punto de vista del observador y el modo de visualización. Incluida, por su- puesto, la opción para la realidad virtual en 3D. Entre el diseño y el juego El diseño de una cocina debe tener en cuenta una serie de aspectos: desde el espacio disponible hasta las medidas de los muebles, pasando por la normativa vigente o las exi- gencias de quién utilizará dicha estancia. De tal manera que, en la actualidad, los nuevos profesionales del diseño, en general, y del sector del mueble de cocina, en particular, dispo- nen de una herramienta que permite que el trabajo sea, a la vez, divertido y estimulante, por lo que la frontera entre la obligación y el juego se haya convertido en una línea muy fina. En este sentido, muchas firmas se han decantado por incluir en su servicio de venta toda una serie de técnicas de gamifica- ción, es decir, diversos juegos que posibilitan la manera de elegir un determinado pro- ducto en el diseño de la futura cocina: desde la encimera o las lámparas, hasta el mueble de cocina, la grifería o los diversos accesorios. Un sistema que per- mite contar con clientes más satisfechos y en donde destaca el papel de asesoramiento de un profesional a la hora de corregir esos errores propios de personas que no son profesionales del di- seño y que no tienen en cuenta aspectos como la estética a largo plazo, la funcionalidad o la dura- bilidad de los distintos elementos. Asimismo, viendo la efectividad y los resultados que proporcionan estos tipos de juegos, los distri- buidores del sector de la cocina también han utilizado técnicas similares para vender sus pro- ductos. Es el caso de pequeñas empresas que comercializan encimeras, protectores contra salpicaduras u otro tipo de acce- sorios y que incluyen en su pági- na web una aplicación con la que el cliente puede “jugar” con los acabados, colores y texturas. De esta manera se anima al cliente a elaborar y adquirir sus propios diseños. Todo ello con la idea puesta en que el cliente y futuro usuario de la cocina participe, de unamanera activa, en lo que será el diseño definitivo de esa estancia. Una de las que mayor protagonismo está adquiriendo en los últimos tiempos. Muchas firmas de diseño de cocinas se han decantado por incluir en su servicio de venta técnicas de gamificación

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=