IMCB nº128

instalación y montaje en cocinas y baños 57 Una cocina propia El Espacio Dosde Interiorismo, Una co- cina propia , era un espacio reconquista- do, como dijo Virginia Woolf, que todo ser necesita para dejar volar esa imagi - nación florida, ramificada, que se sale de los márgenes en busca de la belleza. Se percibía en él una vuelta al maxima - lismo, cóctel de texturas, colores y ma- teriales, que juntos funcionan creando ambientes envolventes donde todo cabe y más. En Dosde Interiorismo creen en los buenos materiales, nobles, como la madera, piedra, mimbre y lino. Creen en la artesanía, volver a la raíz. Creen en lo vintage, orgánico y hecho a mano. Rescataron las ventanas, puertas, todo lo recuperable, imprescindible para mantener la esencia del edificio. Todos los materiales utilizados fueron ecoló- gicos y cumplían todas las normativas. Danish Living & Nueva Bauhaus La Nueva Bauhaus, corriente artística y cultural de la que Dinamarca es el máximo exponente, inspiró el Espa - cio Danish Design Plus, el Apartamento Danish Living & Nueva Bauhaus . Sus responsables trabajaron con un en - foque humanista y sostenible, basado en la artesanía y en la nobleza de los materiales. Objetos cotidianos que mejoran la vida de las personas, realizados de una ma - nera sostenible, con el objetivo de perdurar en el tiempo y con un espíritu universal, incorporando elementos tra - dicionales de diferentes culturas. El proyecto, desarro - llado por Erico Navazo para la Embajada de Dinamarca, era un claro ejemplo de esta corriente, poniendo en va - lor la universalidad y atemporalidad del diseño danés. Las piezas icónicas de Arne Jacobsen, Hans Wegner o Verneer Panton se integraban con las de jóvenes talen - tos como Friends & Founders. Piezas clásicas dialoga - ban con obras de arte, objetos cotidianos, tecnología y diseño. Madera, mármol, piel y lana se acompañaban de otros recuperados, manteniendo la tradición de respeto por el entorno y la auténtica sostenibilidad, que forma parte del ADN de Dinamarca. Las flores reforzaban la conexión del espacio interior con el exterior, de lo ur- bano con la naturaleza, de la casa de campo de Karen Blixen a las afueras de Copenhague con la habitación de Arne Jacobsen en el Hotel SAS o con la Casa de Tomás Allende en la madrileña Plaza de Canalejas.

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