IMCB nº132

instalación y montaje en cocinas y baños 61 En el proyecto de interiorismo de un baño, hay tres figuras básicas: el cliente final, el interiorista y el proveedor. Y, siguiendo este mismo orden, es el primero el que toma la decisión de elegir un producto u otro para su casa, está claro, sin embargo, es el último el que se ha de adelantar para tratar de ser ‘el elegido’ (con o sin intervención del interiorista). ¿Cómo? Ya lo dice José Luis Moldes, director de marketing de Duscholux: “Los usuarios quieren cada vez más productos que se adapten a sus gustos y que les ayuden a crear el ambiente adecuado en el baño y es, por eso, que las firmas buscamos, primero, conocer cuáles son estas necesidades y, después, crear productos para ellos”. En este sentido, juegan un papel fundamental las tendencias, que muchas veces suelen coincidir con las demandas. En productos como las mamparas de ducha hay una en la que coinciden todas las marcas, que destaca sobre las demás y que se podría considerar incluso una tendencia/ demanda permanente y atemporal. Nos referimos a la personalización. Ya lo dice el interiorista Rober Quiñones-Her, de RQH Studio: “Una condición indispensable que debe reunir una empresa de mamparas para convertirse en un proveedor ideal es que sea capaz de desarrollar nuestros diseños”. Y por ‘nuestros diseños’ se refiere a lo que el cliente final le ha pedido y que él ha de incluir en el proyecto de interiorismo de su baño. María José Reviriego, global marketing director de Profiltek, lo tiene claro: “La mampara de ducha, Todas las marcas de mamparas coinciden en una tendencia que destaca sobre las demás y es la personalización, que se podría considerar, incluso, permanente y atemporal más allá de su papel funcional, es un elemento que cada vez cobramás importancia y peso en el diseño de los espacios de baño gracias a las infinitas posibilidades de personalización”. La ducha como espacio de bienestar personal Contextualizando las mamparas dentro de un proyecto de reforma o de baño nuevo, este producto “es ya una obligación”, opina Alberto Hernández, director general de ventas y marketing de Salgar. Considera que la ducha ha ganado la batalla progresivamente a la bañera en los últimos 15 años como solución principal, “desterrándola a ser ya un concepto de nicho o diseño premium”. Hernández justifica el papel imprescindible de la ducha -y por ende, de la mampara- por varias razones: el desarrollo de diversas soluciones estéticas, la adaptabilidad a diferentes medidas y geometrías del baño, la evolución en paralelo de la industria del plato de ducha y la mejora del acceso a la zona de ducha eliminando barreras arquitectónicas. Es de sobra conocida la evolución que ha vivido el baño en los últimos años, “recibiendo cada vez mayor atención por parte de los usuarios por ser un lugar de intimidad, relajación y cuidado personal”, explican desde Duscholux, de ahí que las mamparas, en concreto, “han ido también evolucionando, a la vez que han cambiado las necesidades de estos”. Por eso, hoy en día existen mamparas adaptadas para familias, para espacios cada vez <<Novellini

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