IMCB nº139

10 recargados, y muy funcionales. En cambio, en el caso de que se quiera incorporar el tirador, haciéndolo de una manera más sutil, una buena elección serían los muebles con uñero, que añaden una pequeña hendidura en la parte superior para una mayor comodidad en su apertura, así como los de tipo perfil, que sobresalen mínimamente de las puertas de las alacenas y los cajones, proporcionando un sutil aire de modernidad a la estancia. También se puede prescindir de ellos si se desea, debido a la tendencia, cada vez más generalizada, del sistema push and pull. Gracias a este mecanismo, los muebles se abren con un ligero toque, con solo rozar su parte frontal con la mano. Mientras que para quien prefiera los tiradores o pomos de asa, ya sea por facilidad de agarre o por gusto, existen multitud de posibilidades, entre las que destacan los tipos lisos, con adornos, gruesos, de figura estilizada o más redondeada. Por otro lado, los pomos están ganando adeptos, ya que son atemporales, ideales para la estética vintage, y pueden combinarse con los de asa para romper un poco con lo establecido. Los verás redondos, con molduras, cuadrados, lisos, etc. Los herrajes en negro mate, que tanto se llevan, ayudan a crear contraste con el color del mobiliario, llenando de elegancia la cocina, mientras que los de hierro y acero tampoco pasarán desapercibidos si lo que se desea es completar un conjunto industrial. Para un aire más lujoso, el tono dorado encaja a la perfección, mientras que el acabado antracita es posible verlo en los extraíbles y en los tiradores, consiguiendo un ambiente más moderno. Finalmente, respecto a las bisagras, las de tipo cazoleta son de las más recurrentes en la cocina. Constan de dos piezas y, cuando el usuario se dispone a cerrar la puerta del mueble, el resorte de la misma queda resguardado dentro del contenedor. Idóneas para colocar en el mobiliario, son resistentes y es posible encontrarlas en diferentes ángulos de apertura, permitiendo que su cierre sea suave y silencioso, además de que no se perciben desde el exterior. En cuanto a los armarios altos, lo que se prioriza es la comodidad y la accesibilidad para que el consumidor llegue fácilmente a los utensilios o productos que están guardados. Esto se consigue con los compases abatibles, cuyo diseño no compromete la estética del mueble en el que están instalados gracias a sus pequeñas proporciones, o porque solo es necesario colocarlo en un lado sin que esto afecte a su función, con infinidad de elementos donde elegir, desde los que hacen ascender su frente hasta aquellos que lo pliegan o lo giran, adaptándose al espacio, gusto y necesidad de cada uno. <<Blum

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