IMCB nº139

63 Antes, los consumidores solo se preocupaban de que el baño, como estancia, fuese funcional y reuniese los requisitos básicos de higiene: que contase con un lavabo, un inodoro y una bañera o ducha, un espejo, un par de estantes para colocar el champú y el gel, un toallero, un portarrollos, un escobillero y un mueble debajo del lavabo para guardar las toallas o el secador de pelo. Así, cada vez que visitaban una casa de un familiar, amigo o conocido, veían repetido hasta la saciedad el mismo patrón. Pero hoy en día son muchos los interrogantes a los que tienen que dar respuesta: ¿Pongo un lavamanos o dos? ¿Opto por un mueble suspendido o por uno con patas? ¿Tengo sitio suficiente para instalar una bañera? ¿Y si tiro el tabique entre el dormitorio y el baño y doy vida a una estancia espaciosa donde, además, pueda contar con una ducha que albergue una columna de hidromasaje? Del mismo modo que la cocina se abrió a otras zonas de la vivienda, ganando en amplitud y luminosidad, el cuarto de baño siguió en esta dirección a través del formato en suite, en el que el propio dormitorio actúa de contenedor del área de higiene. Así, no existe la necesidad de abandonar el cuarto para bañarse. Reproduciendo la tendencia de espacios abiertos, aquí también nos encontramos con que entre el lugar de descanso y el de aseo no hay apenas obstáculos, bien sea porque la pared se suprime y se opta por situar la bañera a los pies de la cama, como quien dice, porque el cabecero actúa como núcleo separador entre los dos escenarios o, de lo contrario, levantamos un pequeño muro con o sin cristal. Algunos fabricantes plantean un sistema modular totalmente personalizable y adaptado a nuestras necesidades en el que podemos disponer de un lavabo simple o doble con su correspondiente mueble, un inodoro, un vestidor y hasta una ducha. El total de las categorías presentes en el mercado español de hidromasaje (bañeras, cabinas, columnas y paneles) han experimentado una subida de cuatro millones de euros entre 2020 y 2021, al pasar de 67 a 71 millones de euros. Sin embargo, las bañeras parece que han vuelto a renacer, siendo estas las que más han incrementado sus cifras al subir un 11% de un periodo para otro. Sin embargo, en el ranking de 2021, la primera posición la ocupan las cabinas (30 millones de euros), con un ascenso del 7%. Le siguen las columnas y paneles y las bañeras, cuyas ventas facturaron 22 y 21 millones de euros, respectivamente. Juntas y revueltas en un centro wellness a tiempo completo La bañera puede estar empotrada en la pared o colocarse de manera exenta, pasando a situarse en un lateral o en el centro de la sala, al lado de la cama, enfrente de la ducha o en el lugar que elija el consumidor, completándose con una grifería empotrada o de pie. Teniendo espacio suficiente, lo ideal es optar por una exenta. Se llevan la de estética minimalista en color blanco, espaciosas y de forma ovalada o redondeada. Pero si consultamos el catálogo de las firmas podremos comprobar que el abanico es todavía más grande, teniendo en cuenta que puede haber variantes, es decir, se puede presentar con doble tonalidad, luciendo por su parte externa uno o dos colores y por su cara interna ser Las bañeras de hidromasaje incluyen tecnologías que ayudan a crear las condiciones óptimas para generar un masaje burbujeante y estimular la circulación PRECIO MEDIO POR UNIDAD EUROS Bañeras Columnas y paneles Cabinas 2018 705 386 1.140 2019 770 389 1.180 2020 750 384 1.150 2021 775 388 1.170 2021 2020 2019 2018 70 67 71 68 FACTURACIÓN GLOBAL DEL SECTOR EN ESPAÑA MILLONES DE EUROS Fuente: Consultoras. Elaboración: IM Cocinas y Baños.

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