IMCB nº140

8 ño o uno de ellos un poco inferior que el anterior), hasta aquellos que añaden a la cubeta simple o a la doble un escurridor, logrando dar rienda suelta a la multitarea. La decisión de elegir uno u otro se tomaría atendiendo al número de residentes que vivan en el domicilio, el uso que se le vaya a dar, que variará si se tiene o no lavavajillas, y del tamaño del que se disponga en la encimera. Para aquellos residentes que tengan una gran cantidad de vajilla para lavar, la mejor opción sería escoger uno de doble cubeta, con o sin escurridor, porque podrían utilizar el contenedor duplicado para secar los platos al aire. En estos momentos están en tendencia las cubetas amplias, de gran profundidad, las griferías que sean de la misma tonalidad que el fregadero o de colores distintos para combinar o crear contraste, según lo que se busque, o que el contenedor sea de la misma tonalidad que la encimera y predomine la integración. Pero todavía se puede ir más al detalle y apostar para que el rebosadero y el desagüe luzcan el mismo acabado y combinen con una grifería del mismo color. ¿Clásico o moderno? El acero inoxidable es uno de esos clásicos que siempre nos acompaña a lo largo del tiempo. Propiedades como la resistencia, ligereza, higiene, fácil limpieza y precio asequible hacen que sea una opción a tener en cuenta. Como pega, son propensos a las rayaduras y los restos de cal tienden a acumularse en ellos. Su tonalidad es plateada, aunque existe la posibilidad de encontrarlos con un recubrimiento de PVD que permite revestirlos con otros acabados. Es el caso del cobre o dorado metalizado. En cambio, con los sintéticos existe carta blanca para escoger el color y la textura, son resistentes a los impactos, a las altas temperaturas y a las rayaduras. Por otra parte, si lo que se quiere es aportar un estilo rústico a la cocina se debe optar por los de piedra natural, aquellos modelos fabricados en mármol o granito, que conquistarán por su belleza y durabilidad, pero hay que tener cuidado con las manchas y no se debe emplear un producto muy abrasivo para limpiarlos. Los de vidrio templado llaman la atención por su higiene y acabados, aunque son muy delicados y hay que tener especial cuidado con los golpes. A su vez, las principales ventajas de los fregaderos de cerámica, que destacan por un estilo clásico, es que emplean materiales naturales, son higiénicos y fáciles de limpiar, pero su vulnerabilidad frente a los impactos juega en su contra y son más pesados que los anteriores. En definitiva, aunque no podemos negar que los de acero inoxidable siguen reclamando su sitio en esta estancia, las cubetas en antracita, negro mate, blanco o beige, junto con los tonos metalizados, son cada vez más comunes. 2021 2020 2019 2018 45 39 48 43 EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN MILLONES DE EUROS <<Franke <<GROHE Fuente: Consultoras. Elaboración: IM Cocinas y Baños.

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