IMCB nº141 ANUARIO 2022-2023

59 2022 2021 2020 2019 18 15 15 17 MERCADO INTERIOR APARENTE MILLONES DE EUROS Así, encontramos desde los que ofrecen sistemas de montaje sencillos y prácticamente al momento, a otros algo más sofisticados y complicados que debe instalar siempre un profesional. El buen momento de los toalleros eléctricos Se pueden colocar en cualquier rincón de manera fácil, sirven para secar o calentar las toallas y resultan mucho más económicos que los radiadores de gas o los eléctricos. Los toalleros eléctricos ganan cada vez más adeptos en los hogares españoles, que caen rendidos a sus bondades. Según explican desde C.B. Electric, su funcionamiento es sencillo: usan una fuente de electricidad para calentar sus componentes: pueden calentar su estructura de metal o calentar el agua que contiene su circuito interior y, así, emitir calor en la totalidad de la estancia. Además, son muy fáciles de instalar: simplemente se tienen que fijar a la pared y conectarlos a una fuente de corriente. Lo único que hay que tener en cuenta es que los toalleros se tienen que alimentar de una fuente de electricidad exclusiva para ellos, sin interruptor intermedio, y tienen que tener un diferencial de 30 miliamperios. En caso de no contar con un enchufe, será necesario desenroscar la tapa de conexiones de pared. La configuración del cableado debe contar con tres cables: un neutro, fase y, si es necesario, un cable control. En la mayoría de nuevos modelos ya no es necesario una toma de tierra. Pero eso no es todo: la mayoría de los modelos tienen un gasto energético muy bajo y su consumo suele oscilar entre los 35W y los 180W, por lo que no tendremos que preocuparnos por la factura de la luz. Proporcionar orden a la estancia es una de las principales funciones de los toalleros, que se reinventan constantemente con nuevos modelos pensados para adaptarse a un sinfín de estilos y de exigencias. Un esfuerzo que, a tenor de las cifras de mercado, es recompensado y reconocido por los usuarios, que integran los toalleros como parte imprescindible de su baño. Costaría mucho encontrar un hogar que no contara con uno, siendo lo habitual agrupar un par: uno al lado del lavamanos y el otro cerca de la ducha o bañera. Así, el mercado interior aparente de este elemento recaudó 18 millones de euros en 2022, una cifra ligeramente superior a los 17 millones de euros de 2021, año en el que creció dos puntos en comparación con 2020 pero también con 2019, cuando los toalleros anotaron unas ventas de 15 millones de euros. Entre sus múltiples opciones existentes encontramos los de pared, los clásicos por excelencia que siguen sin pasar de moda. Normalmente precisan de una pequeña instalación, que suele ser bastante fácil de realizar, para fijarlos, mientras que otros se cuelgan mediante adhesivos que se pegan, de manera sencilla, en el lugar elegido por el usuario. En cuanto a los materiales, existen los de madera, que abogan por la sostenibilidad o los de acero inoxidable, sin olvidar otras opciones que permiten jugar con colores distintos. En este caso, los toalleros de pared son de muchas formas: redondos, en forma de barra, más pequeños para las toallas de manos y algo más grandes para toallas de cuerpo, para colgar albornoces u otros enseres. Por su parte, los toalleros de gancho son aquellos más simples, pero prácticos por su reducido tamaño, y se suelen encontrar detrás de las puertas del baño. Además de su función principal, colgar las toallas, los toalleros se están convirtiendo en un elemento más bien decorativo que se alinea con el resto de muebles y elementos que habitan en el baño. Los toalleros se alinean con el resto de muebles y elementos que habitan en el baño para crear un conjunto armonioso

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