IMCB nº146

30 ©Néstor Marchador Luzio Studio El primer paso a la hora de proyectar esta cocina fue la elección de su color. Buscaban uno que fuera elegante y fresco, y el azul les resultó la mejor opción; tras hacer varias muestras y, junto con el cliente, el estudio se decidió por este tono. Lo siguiente fueron los detalles, como los tiradores, de latón envejecido, “que destacan y añaden carácter al conjunto”, explican desde Luzio Studio. Otro elemento clave es la encimera, de piedra negro zimbawe, que “deja el azul como protagonista y evita fuertes contrastes, a la vez de ser práctico por su fácil mantenimiento”. En Luzio Studio opinan que, como ventajas que aporta el color a las cocinas, además de convertirse en el protagonista indiscutible de la estancia, también puede destacarla como el centro de la casa que es. Lapopie Studio A la fundadora del estudio, la interiorista y diseñadora Rosa Lahoz, los colores le han llamado la atención desde muy joven: le gusta mezclarlos, investigar tonalidades nuevas... Considera que influyen en el estado de ánimo y son capaces de transformar los espacios y, en el caso de las cocinas, teniendo en cuenta su papel dentro de la casa, “ahora se le da más importancia a dejarlas bonitas, a que transmitan algo visual y sensorial y eso, para mi, lo consiguen las cocinas con mucho colorido”. La cocina de la imagen es la de su casa, donde destaca en el mobiliario la mezcla del color turquesa claro con el rojo. El primero se justifica por su predilección por los electrodomésticos vintage (en este caso, la nevera) y el segundo es un guiño el estilo inglés de los años 50. El conjunto de la estancia muestra el sello particular de su estilo, donde no faltan antigüedades y una gran variedad de materiales y texturas en una original y cuidada combinación. ©Jordi Canosa

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