IMCB nº146

64 que si optamos por instalar este tipo de bañeras en nuestro cuarto de baño debemos contar con un sistema de ventilación adecuado, para que no aumente la humedad y notemos un ambiente de salubridad. Evitando que se produzcan posibles infecciones de la piel o las mucosas. Otro aspecto a tener en cuenta es el presupuesto con el que contamos, ya que no solo se trata de elegir el modelo que más nos guste o se adapte a las dimensiones del espacio. Este detalle, en ocasiones, lleva consigo el hecho de tener que remodelar el cuarto de baño, cambiar tuberías, iluminación, paredes o incluso el suelo. Mercado ralentizado El interés del consumidor por bañeras, cabinas y demás elementos de hidromasaje ha aumentado en los últimos años, así como el precio de estos productos. Si hace apenas cuatro años las bañeras de hidromasaje costaban, de media, alrededor de los 770 euros por unidad, este producto se ha encarecido sustancialmente hasta alcanzar los 894 euros en 2022, es decir, 124 euros más. Y aunque su precio descendió en 2020 a 750 euros, al año siguiente, en 2021, volvió a subir situándose a precios similares a los que había antes de la pandemia: 775 euros, apenas cinco euros más que dos años antes. Una tendencia similar ha ocurrido en otros elementos. Es el caso de las columnas de hidromasaje, que cuestan ya una media de 410 euros, frente a los 388 euros del año anterior, y a los 384 y 389 euros que costaban en 2020 y 2019, respectivamente. Por su parte, las cabinas de hidromasaje se han convertido en un auténtico producto de lujo. Su precio ha subido 120 euros más en apenas un año. Si en 2021 el precio medio de estos elementos era de 1.170 euros, en 2022 ascendía a 1.290 euros de media por cabina. Atrás quedan los 1.150 euros de 2020 e incluso los 1.180 euros de 2019. Esta subida de precios generalizada ha provocado un estancamiento del sector. El cómputo global es que la facturación total del sector ha sido de 69 millones de euros en 2022, lo que supone una facturación inferior tanto respecto al año anterior, cuando se facturaron 73 millones de euros en 2021, como frente a la etapa previa a la pandemia. Ese año las cifras eran de 70 millones de euros. Únicamente supera a los 67 millones de euros de 2020, cuando la crisis sanitaria hizo descender en casi todos los frentes el sector económico. Por elementos, ninguno de ellos ha aumentado su facturación. Las bañeras de hidromasaje han alcanzado el mismo importe que en 2020, es decir, un total de 20 millones de euros, un millón menos que el año anterior. En cuanto a las columnas y paneles, la facturación del sector ha sido de 21 millones de euros, repitiéndose el mismo patrón que con las bañeras: desciende en un millón el importe de facturación en 2022 respecto a 2021, cuando se facturaron 22 millones. Por último, el sector de las cabinas ha sido el que más ha descendido, debido, en parte, a que ha sido el que más ha crecido en sus precios medios por unidad, logrando una facturación de 28 millones de euros en 2022. La cifra de 2019 era superior, 29 millones de euros, si bien descendió en 2020 a 28 millones de euros. Destacar, eso sí, que el año 2021 el sector de las cabinas de hidromasaje vivió un crecimiento importante, alcanzado una facturación de 30 millones. Ese crecimiento no solo se ha frenado este 2022, sino que ha bajado en dos millones de euros. En definitiva, el aumento de nuestro interés por una vida sana y relajada ha provocado en los últimos años el crecimiento del sector. Sin embargo, la respuesta de subida de precios ha paralizado su compra. El interés no es suficiente para hacer frente a unos importes tan elevados, y el comprador ha frenado su tendencia. >>ramonsoler

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