37 lógico, la utilización de materiales como la madera, ya sea en el pavimento, los muebles o los accesorios, da la mano a la incorporación de fibras naturales (en las lámparas y alfombras) como elementos decorativos, o los textiles de algodón o lino para las toallas y demás útiles secamanos. El empleo de colores o de azulejos inspirados en tonalidades del entorno natural son otro de los reclamos, en donde ganan terreno los revestimientos texturizados, los porcelánicos de gran formato para el suelo y los accesorios en negro mate, blanco, oro y cobre. Por lo que respecta a los colores, este 2025 los espacios de baño se convierten en espacios de expresión y bienestar, dejando atrás el blanco tradicional y apostando por una paleta cromática más audaz y sofisticada. De tal manera que, en el conjunto, prima el color, las texturas, la mezcla de estilos, materiales y acabados. Así, a pesar de que el blanco sigue siendo el preferido para el equipamiento de baño por simbolizar pureza y luminosidad, entre las tendencias más destacadas sobresalen los tonos verdes y azules, que dominan el entorno, evocando la calma de la naturaleza y el mar. El verde bosque y el azul profundo son ideales para generar un ambiente relajante, mientras que sus variantes más suaves aportan luminosidad. Los colores cálidos también cobran protagonismo, con tonos como el terracota y el Mocha Mousse (ese marrón elegante y acogedor), dando lugar a espacios más íntimos y envolventes. Además, los tonos neutros, como el beis y el gris topo, se mezclan con detalles metálicos o acabados en piedra para proporcionar un aire sofisticado y moderno. Con todo ello, y con el objetivo de potenciar más aún estas tendencias, los materiales juegan un papel clave: baldosas con textura, mármol, madera y cerámicas mate añaden profundidad y carácter. Los platos de ducha se aligeran, ganan resistencia frente a los impactos y rayaduras, son antideslizantes y antibacterianos, de fácil limpieza, y se bañan de color: así, tonalidades como el verde oliva, moka, ocre, antracita o los tonos nácar recrean el efecto y la textura de la piedra o la pizarra, tomando como referencia otros componentes cotidianos, como el mármol, el metal, la madera o el cemento. Mientras que, en su proceso de fabricación, destacan la resina, la resina con cargas minerales, el gel coat sanitario, el solid surface, la cerámica o la piedra. Su complemento idóneo, la mampara, ya sea fija o móvil, dispone de perfilería en negro, dorado, cromado, rosa, blanco u oro con bisagras, guías, tiradores y el resto de los accesorios totalmente a juego. Otro elemento que no falta en los baños de los hogares españoles son las hornacinas, puesto que permiten contar con una mayor capacidad de almacenaje. En cuanto a la bañera, esta se sube al carro de la innovación, ya sea acrílica, en mármol, piedra, de resina y carga mineral, de cerámica, solid surface, de acero vitrificado, resina transparente, en formato oval, asimétrico, redondeado o rectangular, existiendo un tipo de bañera para cada cuarto de baño y cada usuario. A su vez, los lavabos, ya sean sobre encimera de tipo bol, ovalados o más amplios, suspendidos, empotrados o tipo tótem, juegan con el diseño y las formas sinuosas sin renunciar a su papel principal, cada uno con sus propias ventajas en cuanto a estética, durabilidad y mantenimiento. En cuanto a los más utilizados, cabe señalar los de cerámica y porcelana, los más tradicionales y populares, ya que son resistentes, impermeables y fáciles de limpiar, además de ofrecer un acabado brillante que se mantiene con el tiempo. Por su parte, el solid surface es una mezcla de resinas y carga mineral que proporciona una superficie no porosa, resistente a manchas y bacterias, por lo que se convierte en un material muy duradero. Con una amplia combinación de minerales y resinas, los conocidos como de carga mineral ofrecen un acabado cálido al tacto y una gran resistencia a golpes, siendo su principal ventaja que disponen de una amplia variedad de diseños y colores. A su vez, los de piedra natural, ya sea mármol, granito o travertino, son opciones elegantes y sofisticadas, además de duraderas, si bien requieren un mayor mantenimiento para evitar manchas. Y, aunque no son muy comunes, los lavabos de madera comienzan a hacerse un hueco entre las tendencias, pues están revestidos con tratamientos que la hacen impermeable y resistente, aportando un estilo cálido y natural. Naturaleza y relax El interiorismo en los espacios de baño ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero podemos hablar de algunas de las principales corrientes que están en boga. Ejemplo de ello es el llamado ‘lujo silencioso’, ese que guarda un equilibrio entre lo sostenible y la pureza de los materiales, representado a la perfección en el templo de relax y bienestar en el que se han convertido los cuartos de baño. Aquí prima la norma del ‘menos es más’, con cabida solo para esas piezas y esos elementos que son totalmente necesarios a la hora de componer el escenario. Eso sí, todas ellas dotadas de una calidad exquisita, elegantes y minimalistas, sin olvidarnos de la incorporación de productos artesanales. Otro ejemplo son aquellos baños en los que predomina el uso de la innovación tecnológica y que cumple con requisitos como el ahorro en el consumo de agua y energía, un equipamiento fabricado con materiales reciclados o que pueden ser reutilizados para la producción de otros nuevos En cuanto a los colores, este 2025 los espacios de baño dejan atrás el blanco tradicional y apuestan por una paleta cromática más audaz y sofisticada
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