43 Y, hablando de la iluminación de los baños, es interesante destacar también que “los materiales influyen en cuanto a la recepción que tienen de la luz y los reflejos que estos producen”, comenta Marta L. Aracil. Esto significa que elementos como pueden ser revestimientos, espejos, papeles pintados u otros materiales que forman parte del proyecto del baño, en función del color o la textura, juegan un papel fundamental en este sentido, porque “la percepción de la luz es, a fin de cuentas, el reflejo que tiene sobre los objetos en los que incide. Son los materiales los que nos hacen realmente ver la luz”, afirma. Esto también sirve para los materiales de las propias luminarias que, ya sean decorativas o técnicas, dependiendo del material con el que están fabricadas, “crean juegos de luces muy especiales que dan un encanto muy singular al baño”. También existe la opción de optar por la domótica, en cuyo caso se puede contar con más variedad de escenas lumínicas: por ejemplo, que se encienda solo la de la ducha a las ocho de la mañana, que haya un detector de movimiento para que se encienda la luz que hay bajo el mueble durante la noche o que bajen de intensidad a partir de cierta hora. Luminarias decorativas y técnicas “Una vez tenemos garantizados los requisitos de una buena funcionalidad, el siguiente paso es buscar los modelos o formatos que se adapten al estilo del baño”, explica la fundadora del estudio Inspira Design. Y en ello entran en juego las luminarias decorativas y las técnicas. Los apliques de pared, normalmente colocados a ambos lados del espejo para una óptima iluminación de la cara, suelen tener finalidad decorativa. A Aracil, en los aseos de cortesía, le gusta atreverse con apliques o luminarias diferentes y algo más divertidas, “ya que su uso es más eventual y determinado”. Hay quien apuesta por las lámparas colgantes, que Peña recomienda colocar en un lateral, considerándose una luz puntual, o en el centro del baño, en cuyo caso pasaría a ser una luz general. “También depende del tipo de bombilla, de si lleva pantalla o no, de si la propia lámpara ofrece una luz indirecta...”, puntualiza. Concretamente, como luminaria decorativa, las de cerámica aportan una textura cálida y una luz suave que transforma la atmósfera del baño. “Nos remiten a lo hecho a mano, transmiten cercanía, tradición y calma frente a materiales como el metal o el vidrio, que evocan lo técnico, lo frío, lo industrial”, opina Beatriz Bolívar. En su estudio de interiorismo de Barcelona también crean piezas de cerámica mediante un proceso que reconoce delicado pero que, una vez cocidas, “son piezas muy resistentes al paso del tiempo, la humedad y el calor, por lo que son especialmente adecuadas para el baño”. Y, aunque suelen relacionarse con estilos tipo mediterráneo, wabi sabi o contemporáneo cálido, “su gran ventaja es que pueden personalizarse en forma, acabado y tono, permitiendo integrarlas con naturalidad en proyectos más sofisticados o utilizarlas como piezas escultóricas”. Como luces técnicas en el baño, estarían los focos del techo, como luz general con sombras acentuadas, y las tiras de LED, que se suelen colocar de manera indirecta para generar un ambiente más calmado y agradable. La ventaja del avance en los sistemas LED “es que permite colocar luz en cualquier sitio, aportando nuevas soluciones”, comenta Cristina Peña, quien también destaca como aplicaciones en tendencia las hornacinas con luz, iluminar el interior de cajones y armarios, los perfiles curvos, etc. Paula Piris: “La distribución del baño y su iluminación deben ir de la mano para obtener un buen resultado que cumpla los requisitos estéticos y funcionales” Inspira Design
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