IMCB nº154

62 mente en baños públicos). En el caso de aquellos baños que no tienen luz natural, lo compensan con un diseño lumínico muy medido y versátil. “Lo más importante es trabajar la iluminación por capas”, comenta. En el estudio gustan de incorporar luz funcional en zonas clave como el espejo (idealmente a ambos lados y sin sombras) y, también, una luz ambiental o decorativa, que aporte volumen y textura al espacio. También elementos como la luz indirecta perimetral bajo los muebles, en el zócalo o encima del inodoro cuando está suspendido. “Y utilizamos tecnología LED con índice de reproducción cromática alto (CRI +90) para que el color de la piel se vea natural y no como pasa con los espejos de los ascensores, especialmente en zonas de maquillaje o afeitado. Y, por supuesto, si el baño está en suite, trabajamos la integración con la domótica para que se sincronice con el resto de la estancia”. En cuanto a los revestimientos, trabajan mucho con materiales naturales: piedra caliza, mármol Calacatta, cuarcitas, porcelánicos, microcemento con pigmentos orgánicos, etc. y también colaboran con marcas que desarrollan cerámicas de gran formato antibacterianas, materiales sostenibles. Por supuesto, también cuidan las griferías como elemento escultórico y trabajan con firmas de alta gama que permiten integrar funciones tecnológicas sin renunciar al diseño. En otras ocasiones, cuando el presupuesto es más ajustado, igualmente siempre mantienen el diseño y la funcionalidad. ¿Y qué decir de implementar colores en el baño? “Sí, pero con matices. El color en el baño debe aplicarse con intención, no como una tendencia pasajera”, recomienda la interiorista, quien trabaja con paletas armónicas y sofisticadas, a menudo inspiradas en la naturaleza: verdes musgo, colores tierra, arenas cálidas, azules profundos, etc. “Son colores que generan calma y se integran bien en un entorno de relajación”. Eso sí, en aseos de cortesía o baños de invitados, sí se permiten propuestas más atrevidas, como negro absoluto, burdeos, incluso toques dorados o acabados metalizados. Y añade: “El color puede venir a través de los revestimientos, pero también mediante accesorios, textiles, iluminación indirecta o arte mural cerámico”. Y hablando de accesorios, considera que “son el broche final, como el perfume en un buen estilismo. No son meros complementos: pueden elevar un baño de correcto a exquisito”. Se refiere a elementos como toalleros escultóricos, dispensadores cerámicos artesanales, jarrones con ramas naturales, bandejas de mármol o espejos orgánicos con marco retroiluminado. “Además, hoy en día hay muchas marcas que han llevado los accesorios de baño al terreno del diseño-arte. Algunas firmas con las que trabajamos ofrecen soluciones estéticamente potentes y funcionales”, concluye. Algunas de las principales tendencias actuales en baños • Espacios wellness. Con duchas de vapor, aromaterapia, cromoterapia, música integrada, bancos calefactados y cabinas multifunción. • Materiales naturales. Piedra, madera, arcilla cocida, cerámica artesanal y yeso texturizado. También hay un auge de superficies sostenibles y antibacterianas. • Griferías con tecnología invisible. Sistemas que regulan temperatura y flujo, controlados por sensores o apps. • Baños sin juntas ni barreras. Platos de ducha a ras de suelo, continuidad entre pavimento y paredes, y uso de microcemento o grandes placas cerámicas. • Diseño envolvente y cálido. Formas curvas, iluminación indirecta, texturas suaves y sensación de recogimiento. Siempre espacios muy acogedores e íntimos. • Colores. Terracota, verdes oscuros, neutros cálidos y acabados mate, que sustituyen al blanco brillante tradicional que ha muerto. El visón es el siguiente paso al antiguo blanco. © Juan Carlos Hidalgo

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