IMCB nº155 ANUARIO 2024-2025

77 2024 cerró con un aumento del consumo del 2 %, mientras que el deflactor del comercio mostró en el último ejercicio una desaceleración generalizada en todas las comunidades Por su parte, la economista jefa de ANGED, Yolanda Fernández, explica que las expectativas para el consumo privado han mejorado en la parte final de año en un contexto de “desinflación inmaculada”, es decir, que ha servido de estímulo sin provocar daños en el empleo. De esta forma, 2024 cerró con un aumento del consumo del 2 %, mientras que el deflactor del comercio mostró en el último ejercicio una desaceleración generalizada en todas las comunidades: el descenso de los precios de equipo del hogar (muebles, electrodomésticos o electrónica), el estancamiento en el vestido y calzado o la moderación de los alimentarios explican esta desescalada inflacionista. Por otra parte, el comercio electrónico se integra como un canal más del comercio. Las ventas online de productos han aumentado un 12 %, con lo que la cuota sobre el total de comercio minorista se eleva al 6,6 % de la facturación total. Si se suman los servicios (entradas, viajes, etc.), España se posiciona en tercera posición del ranking de la UE con un peso del comercio online sobre PIB superior al 6 %. Previsiones para 2025: el equipamiento del hogar se mantiene estable De cara al presente año no se esperan grandes altibajos. Así, el comercio crecerá un 2 % en el conjunto de 2025, según previsiones del ‘Observatorio de La Distribución’, de ANGED. Por categorías comerciales, se espera que la alimentación crezca un 1,6 % (cuatro décimas más que en 2024). Por su parte, el equipamiento del hogar se mantendrá estable, en una tasa del 3,3 % gracias al ciclo inmobiliario y la alta demanda de viviendas. Mientras que el equipo personal (moda, complementos, belleza, etc.) se recuperará hasta el 2,4 %, tras un 2024 prácticamente plano (0,6 %). Por modos de distribución, las grandes cadenas lideran el comercio minorista, con un avance del 3,8 %, seguidas por el comercio electrónico, que avanza un 3 % y consolida una cuota de mercado del 8,5 %. Por último, cabe destacar que, a lo largo de este ejercicio, “el consumo privado es la rúbrica que más va a aportar al crecimiento del PIB, con un avance del 2,7 %, gracias sobre todo la evolución del empleo, el dinamismo de los servicios, la entrada de nuevos residentes y las rentas de los hogares. Si bien es cierto que, en un entorno de incertidumbre que afecta a la confianza, se apunta una moderación del consumo en los próximos meses”, concluye Yolanda Fernández. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español fue del 2,8 % interanual en el primer trimestre de 2025. Esta tendencia confirma que el dinamismo de nuestra economía supera significativamente al de la media europea y al de la Eurozona, cuyo crecimiento previsiblemente no superará el 1 % este año. De hecho, resulta significativo que la economía española haya logrado lo que parecía una quimera: superar a Japón, en PIB per cápita, una métrica vinculada estrechamente al nivel de vida, según datos del FMI. En este escenario se enmarca el ‘Informe Económico del Comercio 2024’ que elabora anualmente la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED). El documento refleja que en el último ejercicio las firmas asociadas a esta entidad continuaron con un intenso proceso de renovación y mejora de su red comercial, sumando 171 nuevas tiendas en España. Esta expansión comercial, unida a la transformación en digitalización y sostenibilidad, impulsaron la inversión un 34 %, hasta los 1.250 millones de euros, su nivel más alto en una década. En cuanto al empleo, la plantilla total de las grandes empresas de distribución sumó 6.900 personas, hasta rozar los 236.000 empleados. Asimismo, y gracias a la recuperación del consumo, la facturación global repuntó un 5,2 %, superando los 48.000 millones de euros, según el informe. En este sentido, la presidenta de ANGED, Matilde García Duarte, destaca que “son cifras positivas y con un enorme impacto en el resto de la economía. Por cada 100 empleos directos en nuestro sector, se generan 59 indirectos en actividades como el sector primario, la industria, la logística o los proveedores de servicios. Y por cada euro que aumenta la demanda en nuestras empresas, la producción final de la economía crece 2,5 euros, gracias a la actividad generada en sectores como la energía, construcción, transporte, financiero, inmobiliario, seguridad o consultoría, entre mucho otros”.

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