45 A Albert Ramoneda siempre le había interesado el diseño industrial; de hecho, empezó la carrera, aunque finalmente se sintió más atraído por el interiorismo. Es por ello que, cuando le contactaron para realizar el diseño del showroom de una marca de grifería catalana, una vez terminado el proyecto y sabiendo de sus inquietudes, le propusieron diseñar una colección de griferías. Pero, ¿cómo se desarrolla el proceso creativo? “Siempre empieza con la búsqueda de un concepto, y una vez ese concepto se define y se aterriza, el reto consiste en transformar algo intangible en tangible. Pasar de la idea a su aplicación en el elemento que queremos diseñar. Al final, sin un buen concepto, cualquier diseño, sea del tipo que sea, se percibe incompleto”, explica el interiorista y diseñador Albert Ramoneda. Dentro de todo este proceso, la colaboración con el equipo técnico es fundamental porque, por muy clara que se tenga una idea, siempre debe existir un equilibrio entre lo que se quiere diseñar y lo que realmente se puede fabricar. Porque, detrás de cada pieza, hay un trabajo de ingeniería, de procesos técnicos y de fabricación que es esencial. “Al final, se trata de transformar una idea o un concepto en algo tangible, de poder materializarlo sin perder su esencia. Y eso solo es posible cuando diseño y técnica trabajan de la mano, desde el inicio hasta el resultado final”, reflexiona. Primero la función; después la forma y la estética Y cuando la idea está bien construida y tiene una base sólida, lo que viene después ya es una cuestión de estilo o de gusto: “Puede gustar más o menos, emocionar o no, pero tendrá un valor. Y para mí eso es esencial: crear piezas que tengan un valor, un valor de diseño, un valor conceptual y emocional”, añade. Una parte fundamental de un buen diseño -y más en el caso de las griferías-, es lograr el equilibrio entre estética y funcionalidad, dando prioridad a esta última, por más altamente decorativa que resulte. Deben ser ergonómicas, prácticas, intuitivas. “Creo que ahí está la línea fina -esa tensión entre la función y la forma-, pero también el punto de partida de cualquier buen diseño. Primero la función, después la forma. A partir de ahí se desarrolla toda la parte estética. Y, dependiendo del proyecto, la creatividad puede apoyarse más en la función o en la forma, pero siempre deben coexistir”, afirma Albert Ramoneda. Y es en la parte estética donde entra en juego el estilo, y el de Ramoneda, tanto en sus proyectos de interiorismo como en el diseño industrial, se basa en un equilibrio entre lo clásico y lo moder- “El diseño puede ser una cuestión de gusto personal, pero la calidad, en cambio, es un valor universal” no, entre lo simple y lo decorativo. Para él, “las piezas deben tener carácter, pero, al mismo tiempo, provocar una sensación de placer visual. La funcionalidad siempre es el punto de partida, y una vez resuelta, busco ese componente estético que hace que el objeto o el espacio transmitan algo más, que emocionen”. Pero en el caso particular de las griferías, hay que tener en cuenta también integrar la eficiencia del agua y la sostenbilidad a la hora de crear un diseño. Es importante la sensibilidad hacia el uso responsable del agua, pero Ramoneda opina que “más allá del consumo, también considero que la calidad y la durabilidad son claves. Diseñar piezas que resistan muchos años reduce la necesidad de reemplazarlas con frecuencia, y eso implica un menor consumo de recursos a lo largo del tiempo”. La incorporación de sistemas que regulan el caudal de agua o que permiten un control más preciso del flujo y la temperatura contribuye de forma directa a la sostenibilidad, de ahí que, al final, de lo que se trata es de encontrar un equilibrio entre funcionalidad, eficiencia y diseño “para crear productos que sean duraderos, responsables y que, al mismo tiempo, transmitan belleza”. El papel clave de una buena grifería en el baño Dentro del conjunto del baño, las griferías son consideradas por Ramoneda como el elemento que termina de dar coherencia al conjunto, y el diseño de estas puede definir completamente el carácter del espacio. “Puede hacerlo inclinarse hacia un estilo u otro, aportarle personalidad. Y eso puede lograrse, tanto a través de las líneas y las pro- ¿Qué tendencias están marcando el sector de las griferías de baño? “A nivel de tendencias, estamos viendo una fuerte incorporación de color en el mundo de la grifería. Es cierto que los acabados cromáticos ya tuvieron su auge en los años noventa, pero ahora regresan con nuevas propuestas y, sobre todo, con tecnologías mucho más avanzadas y duraderas, como los acabados PVD. Estos nuevos acabados ofrecen una mayor resistencia al paso del tiempo y una calidad superior. Los metálicos, como los cobres y los bronces, están ganando protagonismo, tanto en brillo como en mate. Venimos de una etapa en la que predominaban los acabados mate, pero creo que la tendencia futura irá hacia los PVD en brillo, dejando poco a poco el mate en un segundo plano”. Albert Ramoneda © Grifería Rovira
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