IMCB nº158

46 porciones, como del color o el acabado”, opina. Hoy en día, teniendo en cuenta la variedad de acabados PVD -brillo, mate o cepillado-, se puede jugar con un abanico muy amplio de sensaciones, de ahí que dicha consideración obligue a darle a la grifería la importancia que merece, “porque puede elevar por completo el resultado final del proyecto del baño”. En palabras del interiorista y diseñador catalán, lo que diferencia una buena grifería de una mala está en lo que no se ve: el alma de la pieza. Porque, a veces, dos griferías pueden parecer iguales, con el mismo acabado en cromo o la misma apariencia estética, pero la verdadera diferencia está en su interior. Se refiere a que hay productos que, por dentro, están hechos con materiales plásticos o con mecanismos externos de menor calidad. En cambio, una buena grifería se reconoce por su construcción: cuerpos de latón macizo, materiales duraderos y procesos bien ejecutados. “Y eso es lo que realmente debemos valorar, especialmente cuando hablamos de sostenibilidad, productos fabricados aquí, con calidad, pensados para perdurar tanto en el tiempo como en su diseño. El diseño puede ser una cuestión de gusto personal, pero la calidad, en cambio, es un valor universal”, afirma con contundencia. Este tipo de valoraciones y la visión como profesional externo a la marca fabricante, Ramoneda piensa que es muy positivo para esta, porque cuando trabajas durante mucho tiempo en un mismo ámbito, y más en un elemento tan específico como una grifería, que combina función y estética, “corres el riesgo de mirar siempre desde el mismo punto de vista. Y la incorporación de una mirada diferente, de alguien que quizá no provenga directamente de ese mundo, puede ofrecer una perspectiva nueva, aportar ideas o enfoques que no se habrían considerado desde dentro”. En este sentido, le parece muy interesante generar esas sinergias entre el diseño industrial y otros sectores creativos. “Para empresas con una larga trayectoria, este tipo de colaboraciones son una manera de evolucionar sin perder la esencia, de mantenerse actuales sin renunciar a su identidad”, afirma. La grifería en el baño es como la joya. Palabra de interiorista. “Creo que, dentro de un baño, la grifería es como la joya. Puedes tener un monomando muy sencillo que, por sí solo, suavice el protagonismo de unos mármoles muy potentes en las paredes; o, al contrario, una piedra sutil y un revestimiento neutro que se eleven gracias a una grifería con más presencia, por ejemplo, una batería americana, con más piezas y personalidad. Esa capacidad de la grifería para equilibrar o realzar un espacio me parece fundamental. En definitiva, creo que la grifería es una de las piezas más importantes en el diseño de un baño, porque es la que más expresa y define la identidad del conjunto”. “Las piezas deben tener carácter, pero, al mismo tiempo, provocar una sensación de placer visual” © Elton Rocha © Grifería Rovira

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