IMCB nº158

9 Recuperación moderada Las previsiones para 2025 son prudentes pero moderadamente optimistas. De hecho, en los próximos años podría iniciarse una etapa de estabilización si la inflación continúa moderándose y el mercado alemán recupera parte de su dinamismo, sumado a un mayor peso de las reformas y renovaciones en viviendas existentes. Esta reorientación impulsará la demanda de soluciones modulares y personalizables, capaces de integrarse en espacios preexistentes sin necesidad de reformas profundas. Al mismo tiempo, se anticipa un mayor protagonismo de los muebles multifuncionales y de los sistemas de almacenamiento inteligentes, diseñados para adaptarse a viviendas urbanas de tamaño reducido. A nivel de diseño, la tendencia hacia la serenidad estética y la naturalidad de los materiales continuará marcando el estilo alemán. Igualmente, podría haber una evolución hacia una paleta cromática más cálida, con tonos tierra, cobrizos o verde salvia, que aporten una sensación de confort emocional. La industria del mueble alemán deberá continuar apostando por la exportación como vía de crecimiento. Los mercados europeos -especialmente Francia, Austria, Suiza y los Países Bajos- seguirán siendo destinos prioritarios, aunque se observa un creciente interés en Oriente Medio y Asia, donde el diseño alemán goza de una reputación de lujo y precisión. Tradición, calidad y adaptación A medio plazo, la fortaleza del sector del mueble alemán dependerá de su capacidad para equilibrar tres valores esenciales que definen su proyección futura. En primer lugar, la calidad y la durabilidad, atributos históricamente asociados al Made in Germany y que continúan siendo su mejor carta de presentación en los mercados internacionales. En segundo término, la innovación y la sostenibilidad, dos exigencias que el consumidor moderno considera ineludibles y que obligan a los fabricantes a repensar materiales, procesos y modelos de producción. Finalmente, el diseño emocional y funcional, entendido como la habilidad para transformar los espacios cotidianos en entornos de bienestar, se perfila como el elemento diferenciador que permitirá al mueble alemán mantener su relevancia en un mundo cada vez más consciente, conectado y estéticamente exigente. El futuro del mueble alemán no se medirá solo en cifras de facturación, sino en su capacidad para inspirar al fusionar belleza, eficiencia y conciencia ambiental. En un contexto global cambiante, ese equilibrio será el verdadero signo de identidad del diseño alemán del siglo XXI. <<Burger

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