instalación y montaje en cocinas y baños
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Flotando en medio del mar Mediterrá-
neo, la isla de Ibiza se ha convertido en
las últimas décadas en uno de los desti-
nos turísticos de Europa por excelencia.
Conocida por su ambiente nocturno,
como buena isla balear, Ibiza también
ha sabido mantener sus tradiciones, que
pueden degustarse y escucharse si uno
se pasea por los pequeños pueblos que
la componen, tanto los de interior como
los de costa.
La mezcla de estos elementos es lo que
llevó a una familia de mediana edad a
querer contar con una casa de vacacio-
nes en la isla, una manera de anclar su
historia común sobre el suelo que tantas
veces había visitado con anterioridad.
Tomada la decisión, este matrimonio
le presentó al despacho de arquitectos
JUMA un terreno que ya albergaba dos
casas, y que ellos pretendían convertir
en una sola.
Una cómoda casa
de vacaciones
“El principal deseo de los clientes era
buscar la comodidad, un balance entre
una casa familiar y un lugar donde
descansar y tener presente que es tiempo
de vacaciones”
, señala Mathieu Luyens.
Para ello, prefirieron contar con más
habitaciones pese a ser más compactas,
para así poder albergar a más habitantes
en caso de requerirlo.
El resultado es una casa de cuatro dor-
mitorios, tres en el primer piso y uno
en la planta baja. Dos de ellos fueron
sólo remodelados y adaptados al nuevo
estilo, mientras que los dos restantes
fueron creados de cero. Además, pese
a la división de la primera planta en las
tres habitaciones, Esto deja literalmente la
puerta abierta a un cambio de concepción
de la casa en un futuro.
Por otra parte, la casa está orientada hacia
el sur, por lo que la luz solar se aprovecha
en todo su esplendor.
“El lugar donde se
coloca el salón tiene la mayor cantidad
de luz por la noche, por lo que es idónea
para empezar una cena entre amigos”,
comenta el arquitecto.
Detalles como las dos piscinas –que per-
tenecían a las dos casas originales– o la
gran cantidad de espacio exterior denotan
también la llamada a la calidad de vida
que hace Dupli Dos. Una blancura gene-
ral en el interior y unas vistas exteriores a
la costa son la guinda sobre el pastel en