Las cifras de los últimos ejercicios son muy positivas. En 2015, el mercado aparente de este subsector del baño llegó a los 228 millones
de euros, superando la cifra del 2012 y rozando la del 2011. En total, en dos ejercicios, el sanitario ha logrado un aumento del 9%. La estrategia seguida por los fabricantes de este tipo de piezas ha sido clara: seguir investigando y evolucionando para tener algo nuevo que ofrecer a los consumidores cuando la crisis remitiese. Y lo han logrado. Lejos de los diseños más llamativos de los últimos años, el
sanitario del 2016 ha vuelto a sus orígenes estéticos: formas contundentes pero sinuosas, tonos que transmiten tranquilidad e higiene, materiales suaves pero resistentes...En definitiva, ha vuelto a ocupar su lugar de estrella discreta del baño. Avances que no se ven, pero se sienten Sin embargo, no se trata en ningún caso de una involución; al contrario, los fabricantes de esta industria se han centrado en aquellos avances tecnológicos que no se aprecian a primera vista, pero que son de un gran valor en términos de comodidad, higiene y cuidado del medioambiente. Un ejemplo de ello son los materiales como las resinas de nueva creación, menos porosas y con una mayor resistencia a los agentes químicos y al amarilleamiento, que algunas marcas ya han puesto a disposición de sus clientes. Con respecto a la ecología, los inodoros con distintas cargas, ya generalizados, están dando paso a nuevos sistemas. En el mercado existen incluso modelos que permiten aprovechar el agua del lavabo para la carga de la cisterna, lo que se traduce en un gran ahorro de agua.

Máxima adaptabilidad
Uno de los retos a los que los fabricantes se han atrevido a enfrentarse es el que atañe a la instalación de sanitarios en distintos espacios. Así ha nacido una nueva generación de sanitarios suspendidos que son más fáciles de instalar, así como nuevos sistemas que ni tan solo necesitan la instalación de una cisterna, ya que el propio inodoro cuenta con un tanque y un sistema de accionamiento integrados. De esta manera, el ahorro de espacio y el diseño van de la mano en los nuevos modelos propuestos por las firmas más
prestigiosas. Y es que, por reducido que sea el baño, no es necesario renunciar a la belleza ni al equilibrio estético. Aunque el blanco y las formas redondeadas y suaves son las claves para el 2016, no podemos olvidar que, hoy por hoy, los catálogos deben ofrecer  novedades capaces de conquistar a cualquier cliente, y que la personalización está a la orden del día. Es por ello que los fabricantes
continúan creando nuevos sanitarios originales, tanto en su forma, con cisternas más alargadas, formas cuadradas o curvas imposibles, como en sus tonos, que van desde los colores más vivos, como el azul o el fucsia, a los más naturales, como las maderas.

Por el buen camino
Al principio decíamos que, económicamente, el sector ha conseguido enderezar su rumbo, y el mercado aparente no es la única cifra que así lo demuestra. Por ejemplo, la exportación creció en 2015 hasta los 95 millones de euros, lo que supone prácticamente un 8% con respecto al 2014 y deja el camino abierto para volver en 2016 a valores parecidos a los del 2013, año en el que la cifra llegó a los 99 millones de euros. Por otra parte, la producción creció un 1,5% en 2015; de los 199 millones de euros en sanitarios producidos en 2014,
se llegó a 202 millones. Podría ser un primer paso para volver a cifras que parecen tan lejanas como las del 2011, año en el que el subsector del sanitario produjo por valor de 220 millones de euros.