Con sus formas sinuosas y sus elevadas prestaciones, Villa Serpentine es uno de los trabajos más mimados del arquitecto francés Jean Marie Pettès y su equipo. Esta casa familiar se construyó siguiendo un plan ecológico con absoluto respeto al medio ambiente. Algo clave para ello fue el trabajo en colaboración con Kawneer, especialista en cerramientos de aluminio, que pudo dar respuesta a todas las demandas de IF Architecture y su cliente.

Rematada con superficies avanzadas de primera calidad y materiales nobles como la piedra y la madera, esta casa en suelo galo se caracteriza por un estilo ecléctico, un interior exótico para un exterior singular. Esto se dibuja con muebles en varios estilos que dan al ambiente una atmósfera muy especial, en la que destaca una gran colección de arte y esculturas traídas de diferentes partes del mundo. "Es un verdadero gabinete de curiosidades lleno de objetos singulares, algunos con un toque oriental, que los propietarios han elegido y colocado personalmente", apunta Jean Marie Pettès, director y fundador de IF Architecture.

Habitar el paisaje
Las premisas a la hora de proyectar Villa Serpentine no podían ser más claras. Los propietarios deseaban una casa ecológica en perfecta comunión con la naturaleza. Para cumplir con el encargo, el punto de partida fue una construcción ligera y de líneas estimulantes que simula el movimiento de una serpiente. Ésta fue la solución para obtener el máximo rendimiento de la planta sin alterar ni un ápice el espectacular paisaje que la rodea, un terreno montañoso de Francia que se eleva 40 centímetros por encima del suelo.

"Al haber tenido que instalar pilotes por las condiciones del terreno, se decidió despegar la casa del suelo para que la sensación de plataforma o navío produjera un efecto de ligereza a la hora de vivir", señala Pettès. "Vivir -matiza-, no mirando el paisaje, sino dentro del paisaje. El efecto logrado es sorprendente". Para sacar el mayor partido del terreno silvestre se añadió un pequeño estanque -al que hay vistas desde el dormitorio principal-, que resultó extrañamente encajado en las inmediaciones de un campo de golf.

El objetivo, explica Pettès, ha sido "dejar la menor huella ecológica posible y adaptar la vivienda al lugar y a la naturaleza que la rodea. Al tener una orientación sur/suroeste, compensa el consumo de la bomba de calor aire/ agua con la producción eléctrica de una membrana fotovoltaica instalada en el tejado".

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