Dentro del sector, e incluso a nivel de usuario, es vox pópuli que el uso de las bañeras va cada vez más a la baja frente a la instalación de los espacios de ducha, "más de tendencia por el estilo de vida que tenemos, donde primamos lo funcional", explica Joel ...
Dentro del sector, e incluso a nivel de usuario, es vox pópuli que el uso de las bañeras va cada vez más a la baja frente a la instalación de los espacios de ducha, "más de tendencia por el estilo de vida que tenemos, donde primamos lo funcional", explica Joel Velásquez, country manager para España y Portugal de Kaldewei, antes de añadir que, con todo, "la bañera sigue teniendo su mercado". Y este mercado no es otro que el de los usuarios que las consideran elementos de relajación y bienestar, potenciando el concepto de wellness, "dentro de un segmento más de lujo", puntualiza Ismael Juárez, brand manager de Decosan.
Desde el punto de vista del interiorismo, las bañeras aportan "estética, relajación y la sensación de tener un baño completo", opina Eva Mesa, cofundadora del estudio Tinda´s Project. Los modelos exentos, que son sus preferidos, le gustan por un tema estético, ya que ayudan a crear un ambiente más acogedor en el baño. Y coincide, además, con las marcas en las connotaciones de bienestar cuando explica que las bañeras aportan "la sensación de estar en un espacio lento y relajado, donde poder disfrutar de un lugar y un momento propio y exclusivo para uno mismo".
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