"Lo que tendremos para 2024 es un crecimiento del 3,1 % o del 3,2 %, y eso nos aporta para el arranque de 2025 un arrastre de 1,2 puntos de crecimiento, por lo que el año va a tener también un crecimiento, fuerte y robusto". Con estas palabras, el ministro ...
"Lo que tendremos para 2024 es un crecimiento del 3,1 % o del 3,2 %, y eso nos aporta para el arranque de 2025 un arrastre de 1,2 puntos de crecimiento, por lo que el año va a tener también un crecimiento, fuerte y robusto". Con estas palabras, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, avanzaba a principios de enero que la economía española superaría las previsiones iniciales en 2025, que establecían el aumento del PIB en un 2,4 %. Siendo así, España volvería a encabezar este año el crecimiento de la Unión Europea. Y lo haría en un contexto de inflación controlada (2 %) y en el que se han creado medio millón de nuevos empleos, hasta alcanzar los 22 millones de ocupados. Por lo tanto, si el año pasado fue mejor de lo anticipado, hay bases para que en el presente ejercicio ocurra lo mismo. Es más, se estima que hasta 2026 seguirá un crecimiento por encima del 2 %, de nuevo entre los más altos de las grandes economías de la UE.
¿Cuáles son los motores que sustentarán este escenario macroeconómico? Los analistas de CaixaBank Research establecen cinco elementos. En primer lugar, cabe destacar que se espera que los hogares continúen recuperando poder adquisitivo; la remuneración por asalariado se situará algo por encima de una inflación ligeramente superior al 2 %, lo que permitirá, junto con las bajadas de tipos de interés, la sólida posición financiera de los hogares y el fin de las presiones inflacionistas, a una ligera aceleración del consumo privado. Por otro lado, el turismo continuará siendo una palanca clave del crecimiento: la contribución de este sector al crecimiento del PIB en 2025 será de entre el 0,4 y el 0,5 %, por debajo de 2023 y 2024, pero una cifra todavía muy notable. En tercer lugar, la demografía continuará siendo un "viento de cola". En los últimos dos años, la población ha crecido aproximadamente un 1 % interanual, debido en gran medida a la llegada de un millón de inmigrantes. Este flujo ha incrementado y rejuvenecido la fuerza laboral. Las proyecciones indican que la población seguirá aumentando en los próximos años a un ritmo en torno al 1%. Con todo, el mercado de la vivienda puede ser un cuello de botella para los flujos de inmigración. Sin embargo, también contribuirá a mayores flujos si el aumento de actividad en el sector inmobiliario atrae a más mano de obra.
Asimismo, el mercado laboral continuará impulsando el crecimiento con la creación neta promedio de algo más de 400.000 puestos de trabajo en 2025 y una pequeña caída de la tasa de paro, elementos que permitirán crear más riqueza y afianzar el consumo de los hogares. Por último, la inversión tiene margen para crecer en un contexto en el que la bajada de tipos puede estimular sectores relacionados con la inversión en equipo, en el que el impulso de los fondos Next Generation EU también jugará un rol y en el que la inversión en vivienda tiene recorrido para fortalecerse.
Para leer el artículo completo, haz click en el PDF adjunto.