La industria del mueble alemán se encuentra en proceso de recuperación a causa de las tensiones entre la tradición industrial, los nuevos hábitos de consumo y los desafíos económicos globales. Considerado durante décadas un referente de estabilidad y calidad, el sector se enfrenta hoy a un contexto marcado por la ...
La industria del mueble alemán se encuentra en proceso de recuperación a causa de las tensiones entre la tradición industrial, los nuevos hábitos de consumo y los desafíos económicos globales. Considerado durante décadas un referente de estabilidad y calidad, el sector se enfrenta hoy a un contexto marcado por la ralentización del mercado inmobiliario, la inflación persistente y la creciente competencia internacional.
Entre 2021 y 2022, la industria del mueble alemán alcanzó más de 6.200 millones de euros en facturación, consolidando a Alemania como el principal fabricante y exportador de cocinas de Europa. Sin embargo, tras un 2023 estable, el año 2024 cerró con una caída del 7,7 %, situando la cifra de negocio en torno a los 5.700 millones de euros. Esta contracción no supone una crisis estructural, sino un ajuste temporal en respuesta a un entorno macroeconómico adverso. La debilidad del consumo interno, el encarecimiento del crédito y la parálisis parcial del sector de la construcción, afectado por la subida de los tipos de interés y la escasez de nuevas promociones residenciales, han lastrado la demanda.
De la pandemia a la contracción
En 2021, todavía bajo los efectos de la pandemia de la Covid-19, la demanda de mobiliario doméstico se mantuvo en niveles altos. El confinamiento y el teletrabajo llevaron a muchas familias a invertir en la renovación de sus viviendas, otorgando protagonismo a la cocina como núcleo del hogar. No obstante, el sector debió afrontar dificultades logísticas y escasez de materias primas, que afectaron la cadena de suministro. Aun así, la facturación se situó en torno a los 5.700 millones de euros, una base sólida para los años siguientes. El año 2022 marcó el punto álgido de la recuperación. Con una facturación total cercana a los 6.220 millones de euros, el crecimiento interanual superó el 9 %. Este impulso respondió, en gran medida, a la inflación de los precios de materiales, energía y transporte, que los fabricantes trasladaron a los consumidores. Asimismo, la elevada cartera de pedidos acumulada durante los meses de pandemia impulsó la producción, mientras que las exportaciones consolidaron el liderazgo alemán en Europa.
FOTO PRINCIPAL.: Bauformat.
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