50 Esta opción es uno de los must esta temporada. Para los días en que no tenemos mucho tiempo, basta con una ducha rápida; de lo contrario, si podemos explayarnos más, sin estar pendientes de que el reloj siga corriendo, podemos regalarnos una sesión relajante en nuestra bañera. El cabecero de la cama puede servir como núcleo divisor entre la zona de descanso y la de aseo, apostando por la incorporación de unas puertas correderas acristaladas, construyendo un pequeño muro en su mitad e instalar encima un cristal, que continúa siendo un formato abierto, en el que la luz se abre paso tras el vidrio, o levantando un muro de abajo a arriba para separar ambos lugares y, al mismo tiempo, conectarlos a través del pavimento, la paleta cromática o los materiales seleccionados. Y lo mejor de todo es que no hace falta prescindir de la privacidad en esta área. A lo pies de la cama La bañera abandona su zona de confort para explorar nuevas localizaciones. Una de ellas es custodiando el lecho, de modo que, al despertarnos, tan solo tengamos que dar unos pequeños pasos para iniciar el ritual de higiene y relajación. La grifería de pie y colocada en uno de sus márgenes permitirá que el agua fluya cual fuente. Al lado de la ventana, en el medio del dormitorio, en un lateral... Cualquier rincón es el ideal. Para baños (y usuarios) más comedidos, la encastrada a la pared se convierte en la propuesta ganadora, sobre todo en un momento en el que existen diseños para dar y tomar. Rectangulares, ovaladas, angulares, asimétricas, monocromáticas, bañadas de dos colores (por dentro blanco y por fuera verde, por ejemplo), hasta hay fabricantes que lanzan un guiño al disfrute del momento, congelando el tiempo por unos instantes, mediante la introducción de una cuerda en su parte exterior que parece abrazar a la pieza, o que nos permiten trasladarnos a la naturaleza, agregando bandejas de madera a lo largo de su contorno para tener a mano los útiles de lavado (sales, geles, bombas de baños, etc.). Existen firmas que nos sorprenden envolviendo el producto en texturas geométricas en su parte visible. Hay referencias específicas para el hidromasaje que están dotadas con boquillas por las que emerge el agua a presión, con el fin de proporcionarnos un suave y gratificante masaje, equipadas con reposacabezas, repisas, estanterías o colgadores de toallas, con cromoterapia y con mayor amplitud interior. Algunas se caracterizan por elevarse un poco del suelo con pies metálicos u otros más robustos con forma de pie de animal y de color blanco, dorado o cromado para destacar su presencia, así como con zócalos de madera o lacados. En relación a los materiales de los que están hechas, destacan las acrílicas, que llaman la atención por su ligereza, tacto suave, resistencia y facilidad de limpieza, o las de hierro fundido, que nos hacen viajar en el tiempo mediante su trazo vintage y son duraderas e higiénicas. O aquellas de mármol, que dan visibilidad a sus vetas y variedades cromáticas. Por su parte, las de acero esmaltado soportan los cambios de temperatura y son resistentes tanto a los arañazos como a los productos de limpieza, mientras que las que combinan la resina con las cargas minerales, además de ser suaves al tacto y fáciles de limpiar, son higiénicas y antideslizantes. Con la ducha ocurre algo similar: podemos instalarla en donde nos plazca siempre y cuando las dimensiones de la estancia nos lo permitan. Para los que quieren dar el paso de transformar su bañera de toda la vida en una zona en la que ducharse, vuelve a llevarse la barra de techo de forma ovalada en la que alojar la cortina. La alcachofa se inserta en el lateral de la pared o presidiendo la escena desde las alturas. La mampara es una buena alternativa, impidiendo que el agua desborde durante el baño. Están disponibles con puertas correderas, abatibles o con cierre parcial, de modo que no cubren toda la superficie de la bañera, sino que dejan al aire libre una de sus partes. Las angulares son aquellas en La ducha puede instalarse en cualquier espacio, siempre y cuando las dimensiones de la estancia nos lo permitan
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