IMCB nº139

51 <<Ideal Standard <<Fiora las que el usuario accede a su interior por uno de los laterales: dos de las partes que la componen son fijas y el par restante son móviles. Algunos consumidores prefieren los separadores. Los hay de una hoja fija, pasando por una hoja fija y otra abatible, hasta de dos fijas combinadas con una puerta abatible o una puerta abatible sin más. Como ves, las posibilidades se multiplican y ya no digamos si profundizamos en el diseño. En cuanto a las duchas en sí, las que se sitúan a ras del suelo están en la cresta de la ola porque las barreras arquitectónicas desaparecen al mantenerse al mismo nivel que el pavimento. Las labores de limpieza son más asequibles, el ambiente decorativo no queda tan recargado y el espacio que ocupan es mínimo. Otra opción son las duchas de obra, en las que el propio suele hace las funciones de plato. En este caso, se puede modificar el pavimiento para dejar claro ese cambio entre zona de tránsito y de higiene. Sea como fuere, este debe ser antideslizante para no resbalar y no salir mal parado después de asearse. La mampara o el separador deben estar bien sellados, evitando las temidas filtraciones. No se puede descuidar tampoco el desnivel del suelo para que pueda desaguar correctamente. Un plato de ducha fino también es una elección válida. Como las compañías no paran de investigar y desarrollar para lanzar nuevos productos al mercado, surgen modelos más ligeros y de una calidad superior, materiales más sostenibles, diseños con rejillas delgadas que casi pasan desapercibidas en la inmensidad del conjunto, equipados con sistemas que impiden que la superficie se resquebraje o con antideslizamiento incorporado. Además, brindan la oportunidad de conseguir una pieza a medida adaptándose al espacio y a sus condicionantes (si es un baño pequeño, si existen columnas, esquinas de por medio, etc.).

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