En este gran espacio social compartido, el salón está presidido por un gran sofá en L y una mesa de centro en forma de puff, todo diseñado a medida. La visual frontal es directa al exterior, con dos salidas al jardín y dos grandes ventanales, entre los que se sitúa la chimenea de leña que marca la línea central del espacio. Por su parte, el comedor -con salida directa al porche- ha aprovechado la base de uno de los ventanales para situar un banco corrido que hace de asiento, combinándose con las sillas en el otro lado de la mesa, una solución que facilita que ésta ocupe menos espacio. Un baño en suite con vistas En la casa hay un total de tres baños. El aseo de cortesía, situado junto a la entrada y dando servicio al dormitorio de invitados; el de las niñas, compartido y situado entre ambos dormitorios, y el de la suite, de planta alargada y detalles muy originales, como sus vistas al dormitorio. En el gran y luminoso pasillo de acceso a la zona de noche, y que además tiene la función de distribuidor, se ha ubicado la zona de estudio de las hijas con un gran escritorio compartido bajo las dos ventanas. A su espalda, un gran armario a medida que queda en medio del acceso a los respectivos dormitorios infantiles. Estos se han amueblado de forma muy sencilla (cama y armario) para ganar amplitud y, entre ambos, se ha situado el baño. Desde un principio las arquitectas tuvieron claro ubicarlo ahí para que las dos hermanas lo pudieran compartir, accediendo por sendas puertas correderas que permiten ganar espacio. El lavabo es doble y la bañera se ha colocado junto a la ventana, con vistas a la piscina. Al final del pasillo se sitúa la suite. En palabras de la interiorista Pia Capdevila, “queríamos diseñar un dormitorio principal que llamara la atención”, de ahí que se decidiera colocar vigas decorativas en el techo y establecer una distribución abierta y funcional del espacio compuesto por dormitorio, vestidor y baño. Lo primero que llama la atención es que no existen puertas entre cada uno de los diferentes ambientes y, lo segundo, la conexión visual acristalada entre la ducha y el dormitorio. El baño de la suite sigue un recorrido lineal que comienza con la zona del lavabo doble sobre un mueble laminado, le sigue el inodoro abierto pero situado entre dos paredes para preservar cierta intimidad y continúa hacia la ducha, que mira al dormitorio a través de un cristal que permite tanto la entrada de luz como las vistas al jardín. El dormitorio principal tiene acceso a pie al jardín, además de un gran ventanal en cuya base se ha diseñado un banco de madera con los mismos acabados que el cabecero, que lleva las mesitas de noche integradas a modo de hornacinas. El principal espacio de la casa es el que acoge la cocina abierta al salón y al comedor en un ambiente diáfano, aunque con atmósferas perfectamente diferenciadas ©Jordi Canosa Estilismo: Mar Gausachs ©Jordi Canosa Estilismo: Mar Gausachs
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