IMCB nº145

44 neutros y naturales, como blancos, grises suaves y tonos terrosos. “Se utilizan también materiales sostenibles, como la madera certificada, la piedra natural y la cerámica, mientras se enfatizan líneas limpias y minimalistas en el diseño”, comentan. Y dentro de las tendencias más atemporales, “la funcionalidad y la modularidad son clave para maximizar el espacio y permitir la personalización en diferentes tamaños de baño”, algo muy importante en relación al espacio disponible que aludíamos al principio del artículo. Los clientes se decantan, en general, por piezas en madera, “material que transmite calidez en estos espacios, normalmente revestidos de cerámica”, dicen desde el estudio de Irune Torrontegi, donde gustan de colocar piezas con colores serenos para dar un toque de frescura en el baño, pero sin estridencias. “En estos espacios, casi siempre de tamaño reducido, la armonía entre los elementos es importante, y jugar con el contraste excesivo va en contra de la sensación de amplitud que se quiere conseguir”, recomiendan. ¿Y qué decir de la iluminación vinculada al mobiliario del baño? En los proyectos del estudio vasco suelen colocarla bajo los camerinos con espejo y siempre escondida, “para que transmita una luz cálida sobre la encimera del lavabo, pero nunca viendo la fuente emisora”, comentan. ¿Qué valora más el interiorista? ¿Y el cliente? Son dos valoraciones que, aun pudiendo ser distintas, han de ir ligadas y complementarse para que el resultado del amueblamiento del baño sea el adecuado y, sobre todo, que encaje con los intereses de ambos. Desde CREAM Estudio, valoran “la capacidad de los muebles del baño para integrarse armoniosamente en el diseño general, optimizando el espacio y cumpliendo con los requisitos estéticos”. Una opinión muy similar es la que tiene la interiorista Júlia Brunet, quien valora, sobre todo, aparte de la estética visual del mueble, que funcione “acorde al diseño del resto del baño, es decir, baldosas, suelo, iluminación, etc.”. Por su parte, el cliente suele valorar “la practicidad, la durabilidad y la capacidad de los muebles para reflejar su estilo personal, asegurando una experiencia funcional y estéticamente agradable en su baño”, comentan en CREAM Estudio. Por su parte, Brunet, que coincide con la misma idea, asegura que “el cliente busca que el mobiliario sea práctico y tenga gran capacidad de almacenaje”. <<Borrós Interiorisme Foto © Oscar Mata

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