instalación y montaje en cocinas y baños
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editorial
IM Instalación y Montaje
en cocinas y baños
nº 67 DICIEMBRE 2012
Director:
Angel Salada
Redactora Jefe:
Rosa Gracia
Redacción:
Carla Prats
Redacción online:
Helena Sanglas
Colaboradores:
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y Clara Pariente
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+ Anuario Informe del sector
Número 67 Año 2012
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Los pequeños señores de negro
Los conocidos como “señores de negro” (o interventores) son técnicos de alto rango enviados
por la troika europea a los países intervenidos. Corre el rumor que no sólo están presentes en
dichos países, sino también en muchos otros de la Unión Europea, en especial en aquellos
que están aplicando recortes a diestro y siniestro en sus presupuestos de Sanidad, Educación
y otras partidas que forman parte del paquete denominado “bienestar social”.
Además de estos invisibles señores de negro, existen otros, más pequeños, que están al
acecho de las pequeñas empresas y profesionales autónomos.
En los últimos tiempos se han producido verdaderas batidas territoriales en busca de peque-
ños defraudadores. Al menos en Barcelona. Así lo afirman algunas gestorías, cuyos clientes
han visto cómo se incrementaban las inspecciones de Hacienda e Industria, principalmente.
Estas intervenciones de los “pequeños hombres de negro del Estado” tienen como fin regu-
larizar situaciones irregulares e, incluso y como bien está, denunciar actividades fuera de
la ley. Porque en este país se ha acabado el chanchullo, el bajo mano y el cómo lo quieres,
con IVA o sin IVA. Incluso la cantidad a pagar en metálico por la adquisición de productos
y/o servicios queda, como usted bien sabe, limitada en su techo a 2.500 euros. Por fin se
pone orden y concierto a este desbarajuste, a este territorio salvaje lleno de millones de
pequeños estafadores… Mienten.
De nuevo, medidas para recaudar sobre los que aún tienen algo bajo la justificación de que
somos nosotros los culpables de todo. Mientras tanto, se premia a los grandes defraudado-
res, se les exime de culpa y multa y que siga la fiesta como si aquí no hubiera pasado nada.
Por favor.
Desde luego que nadie puede estar en desacuerdo con el “Hacienda somos todos”. Tampoco
en que todos debemos contribuir para mantener los servicios públicos y responsabilizarnos
individualmente de que sólo aportando cada uno de nosotros lo que toca es posible que
la sociedad del bienestar sea una realidad perdurable en el tiempo. El problema es que
todo es pura fantasía. La realidad es que el pintor que malvive, el fontanero que sobrevive
o el escritor que subsiste han aportado, aportan y aportarán de buen grado, al igual que el
pequeño empresario, siempre que cubran sus mínimos vitales. Y en estos momentos y en
muchos casos, esto no es así: son muchos, demasiados, los que no tienen ninguna seguri-
dad económica presente ni futura, que gana o pierden trabajos por unos simples euros de
diferencia en sus presupuestos, que atienden las necesidades de sus clientes eliminando
un IVA que de otro modo harían inviable su contratación. La gente normal y corriente no
tiene dinero, y los que tienen unos ahorros, al ritmo que van las cosas, dejarán de tenerlo.
El país se empobrece a marchas forzadas mientras los pequeños hombres de negro acechan
en busca de un euro más.
Ángel Salada
Director