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instalación y montaje en cocinas y baños
FABRICANTES
rehabilitación del parque de
viviendas, en realidad no se
necesitaba una rehabilitación
completa, sino que necesitaba
ser usado de otra manera”,
destacaron la mayoría de los
participantes. De hecho, a co-
lación de esta versatilidad que
todo espacio nuevo o rehabili-
tado debe proyectar se abordó
un concepto relativamente
nuevo como son los “bastardos
urbanos”, que suponen una
reinvención del espacio públi-
co en función de las necesida-
des que las personas tienen en
cada momento, de manera que
son ellas mismas las que adap-
tan los espacios a los usos que
quieran hacer. Esta tendencia,
que los asistentes calificaron
“como el futuro”, encuentra
uno de sus máximos exponen-
tes en el Mercado de la Cebada,
en La Latina (Madrid).
¿Y el espacio
doméstico?
El encuentro “(re)Habitar:
Futuro” también sirvió como
marco para abordar cómo los
cambios sociales afectan al
espacio doméstico. A la hora
de pronunciarse acerca de
qué elemento, de todos los
posibles de una vivienda, es el
más imprescindible, los usua-
rios lo tienen claro: la cocina.
Nadie se imagina su casa sin
este espacio.
“Sin embargo
–apuntaron los
ponentes-,
a principios del
siglo XX se pusieron en prác-
tica en Nueva York un nuevo
tipo de bloques de viviendas
donde elementos básicos de
la vivienda (como la cocina
o la lavandería) eran de uso
común.”
Se trataba de diseños
más inspirados en aportar un
mejor servicio al usuario que
en garantizar un excesivo
confort y que los arquitectos
y diseñadores allí reunidos no
consideran, para nada, que se
trate de una idea descabellada:
“Probablemente, la respuesta
a la rehabilitación del futuro
sea volver a plantearse este
modelo de viviendas”.
“En sus orígenes, el diseño de
los espacios estaba orientado
a la resolución de las necesi-
dades; sin embargo, ahora,
los usuarios dejan esto en un
segundo plano y priorizan la
satisfacción de deseos, unos
deseos que, en ocasiones, pro-
vocan que el hábitat pertenezca
más al mobiliario que se com-
pra para satisfacerlos que a las
propias personas”,
observaron.
La formación, el
verdadero reto
Al final de la jornada, los in-
tegrantes de la fila cero -Mer-
cedes Berengué, Ibón Bilbao,
Iván Blasi, Josep Bohigas,
Josep Congost, Josep Cusidó,
Silvia Farriol, Ferran Figuerola,
Beth Galí, Cristina Jover y Pere
Joan Ravetllat- pusieron el
broche de oro con observacio-
nes en torno a que
“la ciudad
del futuro ya está construida”
o que
“hay que entender que
la universidad tiene que estar
al lado de la industria”.
Precisamente, la formación de
los jóvenes que en el futuro
quieran dedicarse al sector de
la construcción y la rehabilita-
ción centró el cuarto y último
bloque de
“(re)Habitar: Futu-
ro”
. Los allí presentes coincidi-
eron en afirmar que
“las herra-
mientas del diseño del futuro
son, en primer lugar, la pe-
dagogía para enseñar tanto a
arquitectos como a diseñadores
nuevas formas de crear y, en
segundo lugar, la aplicación de
la inteligencia colectiva en la
resolución de conflictos en los
espacios públicos”
.
Esto de cara a los nuevos profe-
sionales del sector, aunque
“los
primeros que deben reciclarse
son los propios arquitectos”,
que deben mostrarse “súper
contemporáneos” a la hora
de rehabilitar cualquier tipo
de espacio.
“Por el contrario
–lamentaron-,
ningún diseña-
dor o arquitecto es capaz de
alcanzar este objetivo porque
se encuentran limitados por
los conocimientos y las formas
de diseñar que han ido apren-
diendo a lo largo de su for-
mación”.
Ante esa dicotomía,
concluyeron,
“los que deberían
llevar a cabo esta tarea son los
estudiantes, dado que carecen
de esta limitación”
.
z
La formación
de los jóvenes
que en el futuro
quieran dedi-
carse al sector
centró el cuarto
y último bloque
de “(re)Habitar:
Futuro”
F
ederico Soriano, arquitecto y director del departamento de proyectos ETSA Madrid
