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instalación y montaje en cocinas y baños
en Tower House. El resto del jardín sí
cuenta con una verja alrededor, aunque
ésta permite la vista al interior, además de
contar con la opción de estar totalmente
abierta. Además, con las calles a cada lado
de Tower House, los vecinos pueden usar
el jardín como atajo.
Es evidente que Tower House es un lu-
gar para quedarse, en el que reflejar la
historia de esta familia pero, sobre todo,
en el que crear nuevas historias. Sin em-
bargo, los niños que ahora dibujaban con
pinturas serán adultos en unos años, por
lo que la casa fue también pensada para
adaptarse desde un hogar compartido a
dos zonas separadas que incluso podrían
tener entradas distintas.
Todo este compendio de ilusión y trabajo
en común ha dado a Andrew Maynard
Architects más de lo esperado: un premio
AIA, finalista en el World Architecture
Festival y seleccionado para los Premios
HOUSES. En cualquier caso, todo ello
ha sido después de la satisfacción de ver
cómo la arquitectura da forma a a esa vida
y ese universo sobre el que discurrían
los diseñadores y la familia, cuyo nexo
es también parte de los fundamentos de
Tower House.
Familia y comunidad
Al construir una casa, en general sus futu-
ros habitantes están especialmente preo-
cupados por la privacidad. Los muros se
han alargado y cada vez es más frecuente
dar la espalda al vecindario, no saber con
quién se comparte el espacio. De nuevo,
Tower House buscaba desafiar este con-
cepto no siempre acertado. La solución
fue convertir el espacio de delante de la
fachada principal en un espacio vegetal
del que los vecinos pueden participar,
haciendo labores de jardinería y bene-
ficiándose de los alimentos que crecen
El jardín frontal es compartido
con los vecinos