La alimentación es uno de los factores fundamentales para gozar de una buena salud, y más aún si hablamos de la gastrointestinal. En este caso, las bacterias juegan un papel fundamental. Su presencia es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo. De hecho, tenemos más de 1.000 especies distintas de bacterias en nuestro intestino. Y se cree que enfermedades como el colon irritable o la enfermedad de Crohn están relacionadas con un desequilibrio bacteriano.

Aunque parezca contradictorio, estas enfermedades surgen por tipos de bacterias que provocan gases, hinchazón, calambres… Pero la presencia de bacterias saludables es imprescindible en nuestro organismo para proteger las paredes del intestino y metabolizar los alimentos. Desde Teka queremos que cuides de tu alimentación y conozcas los beneficios de los alimentos probióticos y prebióticos, ambos con claros beneficios para la salud gastrointestinal.

Lo primero que tenemos que plantearnos es qué alimentos no nos benefician y eliminarlos de nuestra dieta diaria como los azúcares y harinas refinadas. El consumo continuado de ambos alimentos provoca enfermedades que van desde la obesidad y el colesterol hasta una amplia gama de infecciones. Como queremos que sigas disfrutando de la comida y de una buena salud intestinal, coge buena nota de los siguientes alimentos que debes empezar a incluir en tu dieta para disfrutar de la alimentación y mejorar tu estado de ánimo y mental.

Los probióticos, presentes en los yogures
Los probióticos son alimentos ricos en bacterias y los encontramos en alimentos y bebidas fermentadas, como es el caso de yogures, kimchi, chucrut y kéfir.

Los yogures son más saludables si son frescos y naturales, para evitar los azúcares. Por su parte, el kimchi, es una col fermentada que tiene un sabor ligeramente picante. El chucrut se trata de un repollo fermentado típico de la gastronomía alemana y austriaca con un característico sabor agrio y salado. Por último, el kéfir, es un alimento probiótico que se produce a través de la fermentación de un hongo en leche, agua o té. El kéfir proporciona bacterias buenas para el intestino y se puede fabricar en casa o adquirir en el supermercado.

Pero no debemos de olvidar la cocina de toda la vida. Está demostrado que los caldos de origen animal que se cocinan a fuego lento son muy beneficiosos para la salud porque es un alimento muy nutritivo con pocas calorías. Es rico en colágeno y glutamina que reparan la barrera intestinal.

Los prebióticos, presentes en los puerros y en el ajo
Los alimentos con prebióticos, también conocidos como fibras solubles e insolubles, sirven para alimentar la flora intestinal y, al igual que los probióticos, introducen colonias de bacterias y hongos de manera externa.

El primero de ellos es la inulina. Se trata de un tipo de fibra soluble, la que mejor alimenta a las bacterias. La inulina la encontramos en el ajo, la cebolla, los espárragos, las alcachofas y los puerros. Por ejemplo, como dato curioso, la cebolla tiene hasta un 8% de materia prebiótica. Y en segundo lugar encontramos la pectina. Es otro tipo de fibra soluble que está presente en las manzanas, arándanos, cítricos, zanahorias y avena.

Para aquellas personas que sufren alguna dolencia intestinal es importante que tenga en cuenta que las fibras insolubles, como las que tienen algunas cortezas de cereales no son recomendables ya que les puede causar inflamación y diarreas. Si introduces alimentos probióticos y prebióticos a tu dieta cuidarás de tu organismo para que trabaje mejor. Pero siempre te recomendamos que para hacer un cambio en tu dieta consultes con un especialista en nutrición para que te indique qué es lo más recomendable para tu salud.