Altas exigencias y un programa de necesidades complejas fue la base de uno de los últimos proyectos de Tomás Amat Estudio de Arquitectura, Pablo Belda + Tomás Amat. Se trataba de dar respuesta a los deseos de una pareja con dos hijos. Deseaban una construcción de calidad en Elche que transmitiera sencillez, elegancia y funcionalidad. "El mayor reto, casi siempre, es ser fiel al proyecto concebido en el estudio y sobre el papel, y que no pierda fuerza ni potencia a la hora de trasladarlo a la realidad", aseguran Tomás Amat y Pablo Belda, arquitectos fundadores del estudio homónimo. "En este caso -continúan- hemos sido muy fieles al proyecto, lo que implica ser honestos con la arquitectura".

En cualquier caso, el proyecto ha ido definiendo su propia huella dentro de la parcela en base a las limitaciones normativas de la zona y a la orientación de la fachada principal. "Dos factores -comentan los responsables- que también han influido a la hora de definir y articular la vivienda en tres volúmenes longitudinales que le confieren una imagen fragmentada, albergando cada uno de ellos una parte diferente del programa de necesidades". En cualquier proyecto residencial de esta dimensión, los materiales por los que se apuesta para el diseño interior marcan la diferencia. En este caso, y por requisito específico de los propietarios, ésta era una de las prioridades. Deseaban revestimientos y calidades de alta gama, duraderos y atemporales para un diseño minimalista y contemporáneo que, a su vez, imprimieran a la casa una estética armoniosa y acogedora.

Un inaudito corazón del hogar
Como un eje central de la vivienda sobre la que se articulan las estancias y niveles de la misma, la escalera aparece imponente, guiando el tránsito hacia la planta primera y el sótano. Los arquitectos han querido otorgarle un gran protagonismo, pues su visión resulta casi escultórica y ha sido diseñada, no sólo desde un punto de vista formal y estructural, sino también para ser disfrutada a su paso. Este quid de la vivienda ofrece una estética ligera y liviana a pesar de estar construida a base de hormigón. Flanqueada por láminas de vidrio y una estructura protectora de perfiles de madera, su diseño se equilibra y luce en armonía haciendo contrastar de forma elegante las cualidades estéticas tan diferentes de estos materiales nobles, fríos y cálidos respectivamente.

La luz natural del sol penetra por el revestimiento de madera y queda matizada en su entrada a los diferentes distribuidores de la planta superior e inferior. La disposición irregular de estos perfiles o listones de madera, que evocan además una sensación de ritmo y movimiento, permite proyectar haces de luz y un juego de mil matices en los pavimentos.

La escalera separa los dos niveles de la casa. Si la primera planta da cobijo a una sala de estar, zona de televisión y tres amplios dormitorios -cada uno con baño privado y terraza-, en la planta baja se ubican el estudio, el aseo y la habitación de invitados. Como es habitual, también se colocan la cocina y el salón-comedor, que se encuentran abiertos literalmente hacia el jardín a través de una carpintería de aluminio de perfil mínimo y retráctil que permite la conexión total entre interior-exterior. Sus fronteras se diluyen sin perder un ápice de privacidad gracias a estos sistemas horizontales de aluminio correderos que protegen la vida interior en la villa de las miradas ajenas y matizan la entrada del sol de poniente. Las vistas panorámicas hacia la piscina y la zona de jardín quedan aseguradas.

Para leer el PDF adjunto, haz clic en el PDF adjunto