IMCB nº145

9 je con el horno, la vinoteca y la nevera añadidos. Pero existen múltiples variantes para esta versión. Así, la mesa rectangular es sustituida por una redonda. La zona de aguas y la que contiene la cocina se separan: la segunda se queda en la isla y la primera se coloca en uno de los laterales. Encima de ella se ubican las vitrinas retroiluminadas que almacenan el menaje. Otra solución que brindan los fabricantes es que la barra establezca una comunicación directa con la encimera de cocción, de modo que una vez que estén listos los platos sean servidos al instante y, en los momentos previos a que esto suceda, el cocinero pueda entablar conversación con los invitados que, a su vez, gozan de unas vistas privilegiadas al proceso de cocinado. Esta irá enfrentada a la placa de inducción o a medio camino entre el fregadero y el área en la que se preparan los alimentos: así, el hueco libre entre ambos escenarios quedará cubierto por un tablero que hará de lugar de encuentro para comer, pero también servirá como punto central de elaboración del producto (cortar ingredientes, amasar, emplatar, etc.). En caso de que no haya espacio físico para instalar dicho elemento, la encimera haría de mesa y las sillas irían colocadas unas enfrente de otras o se reservarían a una de las esquinas. Por su parte, las vitrinas quedan relegadas (la mayoría de las veces) a la parte superior y sus cristaleras cuentan con un acabado ahumado o transparente, pero no tienen por qué ocupar toda la longitud del mueble, pudiendo combinarse con una estantería o, directamente, eliminar la pieza anterior y apostar por la estantería a todo largo y de arriba abajo. En ocasiones, la vitrina se traslada al frente de la isla o se ubica sobre la encimera del mueble que va adherido a la pared. El contraste visual es evidente: encimeras de mármol blanco con muebles de madera en color oscuro o columnas de madera con puertas correderas de vidrio, dando más importancia a los útiles de cocina y al menaje, que se dejan a la vista en estanterías con barra que contrastan con otras partes del mobiliario que tienen puerta. En esta línea, la barra snack se deslocaliza y no tiene un lugar fijo dentro de la encimera, los muebles acanalados conviven con otros lisos, los muebles lacados en color azul, verde o negro comparten espacio con otros de madera, y los que incorporan tirador y los que no lo tienen no desentonan, sino que se completan. En definitiva, y según acabamos de exponer, no existe un modelo ganador, sino que hay diferentes variantes en función de la extensión, el gusto personal del individuo y la finalidad que se persiga en cada caso. <<ARAN Cucine

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