2014-2015 anuario
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Por supuesto, aún queda mucho
camino por recorrer en el ámbito
del export en España. Crear redes
de distribución, abrir mercados,
adecuar los productos a las exi-
gencias de los clientes a nivel
mundial no son cosas que se
puedan hacer de un día para otro.
Se necesita tiempo, y, lo que es
más difícil, muchos recursos, para
internacionalizar una empresa. Y
recursos, precisamente, no han
sobrado en los últimos años.
A esta circunstancia hay que aña-
dir la saturación de algunos mer-
cados exteriores, la presencia de
otros competidores que dificultan
en gran medida la entrada de las
empresas españolas en el tablero
mundial.
Nadar contracorriente
El sector del fregadero, por ejem-
plo, está luchando mucho para
conquistar nuevos mercados. Hoy
por hoy, su cuota de exportación
ya se sitúa en un 56%, mientras
que en 2007, el porcentaje no
llegaba al 28%.
Sin embargo, esta cifra se debe al
decrecimiento de la facturación
dentro de España más que al
aumento de las exportaciones;
de hecho, hoy en día se exporta
menos fregaderos que hace nue-
ve años. Esto no desmerece el
esfuerzo del sector del fregadero,
ni de los demás subsectores de la
cocina; al revés, han tenido que
nadar contracorriente y, pese a
ello, han logrado mantenerse o
crecer en el resto del mundo,
mientras su propio mercado se
derrumbaba a su alrededor.
He aquí la variación más impor-
tante que trajo consigo el 2014. La
mejora, leve por ahora, del mer-
cado español de la cocina. Aquel
mercado que se derrumbó en los
pasados ejercicios, se recuperó
ligeramente y permite soñar con
una salida del túnel de una vez
por todas. El mueble de cocina,
el herraje, la encimera y la grifería
contaron con los primeros datos
de facturación total positivos
desde hacía mucho tiempo. Y el
resto de los subsectores, como el
fregadero y el electrodoméstico,
pararon su caída en seco.
El consumidor español
renace
El comienzo de la crisis también
fue un jarro de agua fría para una
sociedad que se había acostum-
brado al “usar y tirar”, a preferir
un producto rápido que poder
consumir enseguida, sin pensar
demasiado en su impacto econó-
mico ni ecológico, sino más bien
en modas pasajeras.
Tras años en los que la situación
ha obligado a tantos a posponer
compras y reformas, el consumi-
dor español se está despertan-
do, así lo indican los datos de
facturación dentro de nuestras
fronteras. Pero ya no es el mismo.
Es consciente de lo que quiere y
necesita, y exige a los fabricantes
y distribuidores un cuidado máxi-
mo de todos y cada uno de sus
servicios y productos.
La tecnología está a su servicio.
A solo un click de distancia en-
cuentra críticas, comparativas,
opiniones expertas, ejemplos
propuestos por diseñadores,
precios, explicaciones de las ven-
tajas y desventajas de materiales
y productos. Es capaz de diseñar
su cocina hasta el milímetro, y
compra ya por Internet una gran
cantidad de productos.
Una reacción rápida
es clave
Afortunadamente, prácticamen-
te todos los subsectores están
reaccionando a este despertar
del mercado interior, y la impor-
tación, en la mayoría de casos,
está controlada. Pero allí estará
el reto del 2015 y 2016. Pelear
con sus mejores armas para
que la demanda creciente opte
por un producto español antes
de buscar, ya sea por calidad o
por precio, ofertas mejores que
importar.
Los subsecto-
res han logra-
do mantenerse
o crecer en el
resto del mun-
do, mientras
su propio mer-
cado se de-
rrumbaba
*Previsión
2014
2013
2012
2011
1.223
1.636
1.232
1.334
Distribución según canal 2014
Grandes
superficies
Pequeños
talleres
Tiendas especializadas
Venta directa
fabricante
-distribuidor
16%
34%
10%
40%
Facturación global del sector en
España
(millones de euros)